La presidenta de la Mancomunidad de Montejurra, Susana Castanera (en el centro), junto al gerente de la entidad, Nicolás Ulibarri, y otras profesionales de Mancomunidad que han participado en el curso de reanimación cardiopulmonar.
El martes 2 de julio se llevaron a cabo sesiones de formación de reanimación cardiopulmonar para el personal de la entidad
En un esfuerzo por aumentar la seguridad en el trabajo, la Mancomunidad de Montejurra ha instalado un desfibrilador junto a su sede central de la calle Bell-Viste, nº 2, de Estella-Lizarra (Navarra). Este dispositivo médico, diseñado para tratar casos de paro cardíaco súbito, estará disponible para todos los ciudadanos, que podrán usarlo en situaciones de emergencia, proporcionando una herramienta vital que puede salvar vidas.
Desde Mancomunidad de Montejurra expresan su satisfacción con esta nueva incorporación: "La instalación de este desfibrilador es un paso más no solo en la seguridad y salud de nuestros empleados sino también de los ciudadanos, ya que permitirá responder rápidamente ante una emergencia cardíaca".
Los desfibriladores externos automáticos (DEA) son dispositivos fáciles de usar que pueden ser operados por cualquier persona, incluso sin formación médica previa. Estos aparatos analizan el ritmo cardíaco de la víctima y, si es necesario, administran una descarga eléctrica para restablecer un ritmo cardíaco normal. La rapidez de la intervención es crucial, ya que aumenta significativamente las posibilidades de supervivencia.
Sesiones de formación
El martes 2 de julio se llevaron a cabo sesiones de formación para el personal de la Mancomunidad, donde se les explicó cómo usar el desfibrilador correctamente y cómo realizar la reanimación cardiopulmonar (RCP). Con esta iniciativa, la Mancomunidad de Montejurra avanza en su compromiso con la seguridad y salud en el trabajo, garantizando que cuentan con los recursos necesarios para responder a emergencias de manera eficaz y eficiente.
Imágenes de una de las sesiones de formación de reanimación cardiopulmonar (RCP). Varios profesionales de la Mancomunidad practicando la RCP y utilizando el desfibrilador.
Cadena de supervivencia
En Soporte Vital Básico se aplica lo que se conoce como cadena de supervivencia. Son aquellos pasos y acciones que hay que seguir, en un orden determinado, para que la probabilidad de que una persona sobreviva sea la mayor posible.
- RECONOCIMIENTO DE LA SITUACIÓN Y ALERTA
Lo primero que hay que hacer es evaluar la situación y llamar al 112. Comprobar si la persona está consciente y si respira. Si está inconsciente y no respira hay que realizar una maniobra que desplace la lengua de las vías y deje paso al aire. Hay que colocar una mano en la frente y la otra en el mentón o en la mandíbula y desplazar la cabeza hacia atrás hiperextendiendo el cuello. Observar durante 10 segundos si se mueve el pecho o el abdomen. - RCP BÁSICA POR TESTIGOS
Una vez detectada la parada cardiorrespiratoria hay que iniciar la RCP básica (masaje cardíaco y ventilaciones). Si hay más de un testigo está bien realizar relevos ya que el masaje cardíaco cansa mucho, hay que hacer mucha fuerza para comprimir el pecho y que este comprima el corazón. - DESFIBRILACIÓN TEMPRANA
El uso rápido de un desfibrilador aumenta la probabilidad de supervivencia. Lo que hace es dar una descarga a un corazón que fibrila (que late rápidamente, pero sin bombear sangre) para que reaccione. Abrir el desfibrilador y seguir las instrucciones que va dictando. - SOPORTE VITAL AVANZADO
El Soporte Vital Avanzado ya es realizado por los sanitarios. En cuanto lleguen hay que dejarlos trabajar y explicarles todo lo que se le ha hecho a la persona afectada, durante cuánto tiempo y responder a todo lo que pregunten los profesionales.